El Beal (Episodio 1ro)

Bueno, parece que no nos escapó nada por aqui...
Tal vez sea hora de ver que pasará con la caravana que mencionaron anoche.
Larsod se dirije hacia donde vio ir a Amaranta y Claudios la noche anterior.

Toda la mercancía se encuentra en la carreta. Bertha, el annen del anciano se agacha para que el pueda atar los pértigos de la carreta a sus costados.

Bien, es hora de partir! Si salimos ahora llegaremos al atardecer.

El viaje transcurre tranquilamente, mientras Gibolt cuida que Bertha camine pausadamente para no dañar la mercancía. El clima se torna mas cálido a medida que avanza la mañana y en las primeras horas de la tarde divisan el campamento.

Ya estamos aquí!

Exclama Gibolt. Los campamentos presentan una visión ciertamente inusual. Centenas de miles, probablemente millones de quijadas humanas se apilan formando una especie de muros al rededor de lo que parecen ser unas gigantescas estructuras metálicas redondas que tapizan el suelo del desierto. Dentro de estas áreas se encuentran los campamentos de muchos viajeros que han llegado hasta aquí.

Los montículos de bocas son un santuario

explica Gibolt,

nunca he escuchado de nadie que halla sido atacado mientras permanezca dentro de su perímetro, ni de día ni aún durante las noches mas oscuras... No olviden anunciar sus buena voluntad al entrar a los montículos, de otra manera las bocas de los que aquí yacen eternamente tomarán venganza.

El anciano lleva el aneen hasta un sitio en donde se agrupan mas animales de carga. Baja de la carreta y libera a la bestia, la cual se sacude, se dirige a unas rocas y baja su boca sobre ellas pasa lamerlas.

Eso es chica, come bien y descansa, te lo mereces.

luego se dirige a Larsod, Claudius y Amaranta

Podrían ayudarme a descargar la mercancía y llevarla dentro de aquel campamento? vamos a montar nuestra tienda itinerante!

Gracias, nos instalaremos en este

les dice Gibolt mientras se dirige al campamento mas cercano.



Es un terreno baldío, árido y predominantemente llano hasta donde alcanza la vista. Al oriente se divisa la cadena montañosa de la cresta negra, a unos 60 Km de distancia regresando por el camino que acaban de recorrer. Hacia el nor-occidente, se ve lo que parece ser un pequeño parche de bosque.
Los campamentos consisten en estas enormes "pailas" metálicas de varios cientos de metros de diámetro, rodeados por montículos de huesos de quijadas.
Dentro de cada uno hay varios campamentos montados y muchos viajeros.



Por el momento lo único que necesita reparación son mis huesos, pero te agradezco muchacho

responde el anciano. Es hora del almuerzo y la gente en el círculo al que se dirigen se encuentra realizando actividades diversas: charlan, cocinan y comen.

Antes de entrar en el gran terreno metálico rodeado por los montículos óseos Gibolt se detiene, deja su carga en el suelo, levanta las manos vacías y exclama en voz alta sin dirigirse a nadie en particular:

Escúchenme, oh viajeros caídos, venimos sin la intención de hacer mal y al igual que ustedes solo buscamos reposo.

Acto seguido recoge las cosas y atraviesa el perímetro, mientras les hace señas para que lo sigan.